Kaki Rojo Brillante
7,70 €
Patrón Lotus
El Kaki (caqui) es un cultivo que se adapta perfectamente al clima mediterráneo de inviernos suaves y veranos largos y cálidos. Su floración tiene lugar ya bien entrada la primavera lo cual propicia que se minimice el riesgo de heladas que podrían echar a perder la cosecha.
El árbol precisa de pocas “horas frío” para que tenga lugar la floración.
Para entender mejor el concepto de horas frío cabe señalar que los árboles durante el invierno entran en un estado de “reposo” o letargo, en este estado el árbol ha de estar a una temperatura inferior a 7 grados durante un determinado periodo de tiempo antes de comenzar a producir nuevos brotes y flores. Por cada hora que el árbol pasa a una temperatura inferior a 7 grados se dice que acumula una “hora frío”.
Existen datos precisos sobre la cantidad de horas frío que necesitan diversas especies frutícolas para producir flores y frutos.
En el caso del caqui las horas frío necesarias son 100, lo cual es una cantidad bastante baja. Otros árboles como por ejemplo el cerezo y algunas especies de nogales, ciruelos o avellanos tienen requisitos mucho mayores que en ocasiones sobrepasan las 1.000 horas frío.
Así que ya vemos que los inviernos templados no suponen ningún problema para el árbol del caqui, sin embargo se requieren “acumular” una cierta cantidad de calor (de forma análoga pero opuesta a las horas día) para poder desarrollarse y en consecuencia requiere de veranos largos y cálidos para fructificar.
El kaki además requiere de buena luminosidad para su correcto desarrollo. También hay que tener la precaución de protegerlo de fuertes vientos ya que su madera es quebradiza siendo especialmente sensible durante el otoño cuando está cargado de fruta, para más información sobre este último punto y algunas posibles soluciones consulta el artículo: exceso de frutos en el kaki.
El caqui no tolera bien el exceso de humedad del suelo y es capaz de vivir en climas secos con la precaución de aportar riegos cada pocas semanas durante los veranos excesivamente secos. Pero la producción de fruta es mayor cultivado como regadío con riegos frecuentes y ligeros tratando de evitar la humedad excesiva.